sábado, 15 de agosto de 2009

Responsabilidad basura

En la oficina del sindicato de operadores de cine, Tyler se echó a reír cuando el presidente del sindicato le arreó un puñetazo. El puñetazo le hizo caer al suelo y Tyler se sentó apoyado en la pared y riéndose:
—Adelante, no puede matarme. —Tyler se reía.
»Gilipollas. Tal vez me saque la piel a tiras, pero no se atreverá a matarme.
Tiene demasiado que perder.
Yo no tengo nada.
Usted lo tiene todo.
Adelante, pégueme en el estómago. Déme otro puñetazo en la cara. Hágame saltar los dientes, pero no deje de pagarme el sueldo. Rómpame las costillas, pero si se olvida una sola vez de pagarme, haré público lo ocurrido y usted y su sindicato se hundirán con los pleitos de todos los dueños de cines, distribuidores de películas y mamaítas cuyos hijos tal vez vieran una erección durante la proyección de Bambi.
—Soy escoria —dijo Tyler—. Para usted y el resto del puto mundo, soy escoria, basura y un loco —le dijo Tyler al presidente del sindicato—. No le importa dónde vivo ni lo que siento, ni lo que como ni si alimento a mis hijos o si le pago al médico cuando me pongo enfermo. Y sí, soy estúpido y pusilánime y estoy aburrido, pero sigo siendo responsabilidad suya.

2 comentarios:

  1. Profundo, interesante, demasiado real.
    Perder para algunos es demasiado importante

    insisto TIENES que leerte trainspoting.

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  2. pareces alguien muy centrado, quien diria que navegando por la red me encontraria este blog, mucha suerte

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